La Virgen de Guadalupe ofrece su solidaridad a los indígenos no sólo de México, pero de todas las Américas. Es su promesa que les cuida. Esta promesa toma forma en su pintura *milagrosa* sobre el tima/ayate “usado” de San Juan Diego - su nombre bautizado. Los indígenos saben que pueden contar con su apoyo en su lucha por la justicia social y económica. Yo, cuento con su apoyo: es la razón por la cual puse mi partido político bajo su protección. Es la madre de Dios, la madre de la Iglesia: es mi madre. Quiero poner fin a la pobreza. ¡Qué me ayude! Kenneth Selin Presidente/Jefe del Partido Igualdad de Canadá http://www.eh-ok.ca